Una joven emplea versos de un poema de André Breton para componer un discurso surrealista que pronunciará durante la celebración de los esponsales de su hermano gay.
Texto de una hermana para una boda gay
Mi hermano de noche de San Juan, de cabellera de fuego de madera, se casa hoy. Con su lengua de ámbar me ha pedido unas palabras de relámpagos de calor. Y yo, mujer de lengua de muñeca que abre y cierra los ojos, no encuentro otras más altas que los versos de Breton. Los barajo con movimientos de relojería y mis ojos se hacen agua de nivel de aire.
Mi hermano con pestañas de palotes de escritura infantil, se casa hoy. Despliego el abanico de los días en que me dibujaba cabezas de delfines bajo el hielo con sus dedos de azar y de as de corazones. Los días en que trepaba a su espalda de luz y corría tras sus piernas de cohete, en que buscaba consuelo en sus brazos de espuma de mar y de esclusa abierta.
Mi hermano de cejas de borde de nido de golondrinas y sienes de pizarra, se casa hoy. Sonríen sus dientes de huellas de ratón blanco sobre tierra blanca, su boca de ramo de estrellas de última magnitud, y su carne de espejo refleja otra carne de espejo. Y sonreímos todos. Hoy es un día de algas, de cantos rodados y hombros de champaña.
Mi hermano de yacimiento de oro y de bombones antiguos ya está casado. Su marido de crisol de rubíes le contempla con ojos de sabana. Beberán del vaso del espectro de la rosa bajo el rocío. Brindaré por ellos, con ojos de panoplia violeta y de aguja imantada, con el agua de cebada no perlada de este día de trigo y de molino.