Aquí, en este momento, este relato es de mi , de nosotros; dedicado en especial a ti Francesca.
Seguramente te sorprendió mi cara, mi expresión y el hecho de que no dijera felicidades de manera inmediata cuando me notificaste que te casabas ;Lo siento, no sabía qué decir, cómo actuar. No supe en realidad que decirte.
Hoy, después de haberlo meditado, quiero decirte lo que pienso:
Te conozco desde hace 4 años, nuestros caminos se juntaron cuando coincidimos a tomar unas copas.
Nos hicimos amigas en alguna cena y de ahí a la fecha no hemos dejado de acompañarnos, de llamarnos cuando tenemos buenas o malas noticias, hemos cometido errores, casi en los mismos tiempos y los mismos, nos hemos cuidado y descuidado, te he visto llorar por quien no lo merecía y sufrir como magdalena y también te he visto enamorada.
Quiero decirte
Existen personas en nuestras vidas que nos hacen felices por la simple casualidad de haberse cruzado en nuestro camino en un momento de nuestras vidas. Algunas recorren el camino a nuestro lado, viendo muchas lunas pasar, mas otras apenas vemos entre un paso y otro. A todas las llamamos amigos y hay muchas clases de ellos.
Tal vez cada hoja de un árbol caracteriza uno de nuestros amigos y he aquí una muestra de los que te acompañan:
El primero que nace del brote es nuestro amigo papá y nuestra amiga mamá, que nos muestran lo que es la vida. Después vienen los amigos hermanos y hermanas con quienes dividimos nuestro espacio para que puedan florecer como nosotros. Nacen nuevos brotes, con nuevas hojas, tus sobrinos, y no olvidemos que eres ya tía abuela.
Y de ti florecieron nuevos brotes, tus dos tesoros de hijos: Javier y Diego, que vas en camino de una nuevo injerto a tu rama, te veo casi futura suegra. Pasamos a conocer a toda la familia de hojas a quienes respetamos y deseamos el bien.
Mas el destino nos presenta a otros amigos, los cuales no sabíamos que irían a cruzarse en nuestro camino. A muchos de ellos los denominamos amigas del alma, de corazón, como me considero yo. Somos amistades sinceras, amigas verdaderas.
Sabemos cuando no estamos bien, sabemos lo que nos hace feliz. Juntas hemos suspirado de alegría y emociones, no importando la ocasión ni el momento. Tus palabras han sido las que han abrazado mi alma en alguna noches de soledad y desconsuelo.
Nos enseñaste que las lágrimas de vez en cuando son buenas y que con ellas aprendemos Demostrándonos que una verdadera amistad no conlleva necesariamente años, sino que se forma de momentos y experiencias especiales.
Y a veces uno de esos amigos del alma estalla en nuestro corazón y entonces es llamado un amigo enamorado: Óscar. Ese que da brillo a tus ojos, música a tus labios, saltos a tus pies.
El tiempo pasa pero son recuerdos de momentos maravillosos de cuando se cruzaron en nuestro camino. Simplemente porque cada persona que pasa en nuestra vida es única. Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros.
Y nosotros, todos esos amigos que estamos aquí, queremos darte las gracias a ti, Francesca.
Gracias por todos los momentos que hemos compartido momentos llenos de sentimientos y pensamientos compartidos, sueños y anhelos, secretos, risas y lágrimas, y sobre todo, amistad.
Gracias por dedicarnos tiempo tiempo para demostrar tu preocupación por nosotros, tiempo para escuchar nuestros problemas y ayudarnos a buscarles soluciones, y sobre todo, tiempo para sonreír y mostrarnos tu afecto.
Gracias por ser lo que eres, una persona maravillosa. Pudimos contar contigo cuando necesitábamos a alguien en quien confiar y pedir consejo.
Gracias a ti por brindarnos la oportunidad de conocerte y conocernos e incluso a apreciarnos y apreciarte.
Para concluir este relato te deseamos toda la felicidad del mundo con Óscar, el hombre al que elegiste como acompañante de vida, como cómplice, como amante, como amigo.
Tú lo elegiste, tú deseas tenerlo a tu lado y despertar con él todas las mañanas, llegar a casa y hablar. Nos agrada y nos llena de felicidad, que hayas encontrado a alguien con quien deseas compartir todo.
Las amigas duramos un rato como apoyo, pero nunca podemos suplir un amor de pareja, una compañía de ese tipo, un respaldo así, es único y sólo es superado por una madre.
Os deseamos felicidad muy dentro de vosotros, la serenidad del amanecer en todos los momentos de la vida, el éxito en cada faceta de vuestra vida, unos amigos y familiares muy cerca de vosotros, que el amor siempre fluya de vuestro interior, que tengáis recuerdos especiales del todo el ayer, un hermoso camino al mañana, unos sueños que se conviertan en realidad y sobre todo gratitud por todo lo maravilloso que os rodea y que el día de hoy brille tanto como el sol en vuestros corazones.
Un fuerte abrazo e infinitos besos, con todo nuestro cariño que te queremos mucho a ti Francesca.