Tras el discurso o lectura del padre que os traje ayer, os traigo un ejemplo de carta de una madre a su hija en su boda civil. Esta carta o lectura, como muchas de las que os traigo, ha sido transcrita de un vídeo. Si eres la persona que sale en el vídeo y no estás de acuerdo con que lo haya transcrito y publicado en esta web envíame un mensaje.
Estas palabras que voy a dedicaros son las que cualquier madre dedicaría a sus hijos. No puedo daros soluciones para todos los problemas de la vida, ni tengo respuestas para vuestras dudas o temores, pero puedo escucharos y compartirlo con vosotros.
No puedo cambiar vuestro pasado ni vuestro futuro, pero cuando me necesitéis estaré junto a vosotros.
No puedo evitar que tropeceis, solamente puedo ofreceros mi mano para que os sujetéis y no caigáis.
Vuestras alegrías, vuestros triunfos y vuestros éxitos no son míos pero disfruto sinceramente cuando os veo felices. No juzgo las decisiones que tomáis en la vida. Me limito a apoyaros, a estimularos y a ayudaros siempre que me lo pedís.
No puedo trazaros límites dentro de los cuales debéis actuar pero sí os ofrezco el espacio necesario para crecer.
No puedo evitar vuestros sufrimientos cuando alguna pena os parta el corazón pero puedo llorar con vosotros y recoger los pedazos para armarlo de nuevo.
No puedo deciros quien sois ni quien deberíais ser, solamente puedo quereros como sois.
Imagen vía flickr
Vídeo vía youtube