Hola, soy Nekane, nueva redactora de leerenbodas.com Hoy os traigo un texto que podría leer un padrino (padre) durante el convite/celebración de la boda de su hija. Espero que os guste.
Discurso de padrino
¡Señoras y señores, (hágase tintinear la copa de cava con ayuda de una cucharilla) un momento de atención, por favor!
Muy buenas tardes a todos. Como bien sospecharán, dado mi atuendo y mi posición, tanto en esta mesa como antes en la iglesia, soy el dichoso progenitor y padrino de la novia. Su padre para entendernos más directamente. Es para mi un inmenso placer celebrar hoy con todos ustedes su enlace matrimonial. Mi felicidad es tal que apenas acierto a contenerla, de modo que no se extrañen si me ven reventar las costuras del traje. Pónganse a cubierto porque creo que no falta mucho para que eso ocurra.
A esta explosiva alegría que me inunda han de sumar ustedes la de mi esposa, que de explosiva no tiene nada, por cierto. Y es que para mi mujer el gozo y la pena son todo uno en el día de hoy. “Se nos va”, me decía ayer por la noche, “se nos va”. Intenté consolarla antes de que me ganaran los ronquidos y al parecer lo conseguí, porque no ha habido que llamar a los bomberos, como yo temía, sino que nos ha bastado un pañuelo para secar sus lágrimas. Mi éxito se lo debo al tópico ese de “no perdemos una hija, sino que ganamos un hijo”. Tan tópico como cierto en nuestro caso. Durante su noviazgo, el ahora mi yerno se ha ganado con creces nuestro cariño. Aunque su ingreso en el clan familiar ha supuesto una merma considerable de mi ración de croquetas dominical, estoy convencido de que nuestra maravillosa hija, que tantas delicias y satisfacciones nos ha proporcionado a lo largo de los años, no podría haber elegido mejor y espero que su vida juntos sea una sucesión de días felices como el de hoy.
Por el cumplimiento de este deseo les pido a todos ustedes, familiares y amigos, que brinden con nosotros.
(Alzando la copa)
¡Vivan los novios!