Sorprendente, ¿no es así? Me refiero a esta ceremonia del lavatorio de pies,la ceremonia de los pies considerado como un acto de respeto, amor, tolerancia, confianza y cariño. En aquel tiempo cuando Jesús se incorporó a este escenario, hubo muchos boquiabiertos alrededor del salón. A él no le quitaría nada hacer este gran honor, al contrario se unió con humildad directamente en el lavatorio.
Aquí te traemos una nueva ceremonia simbólica
Y hacer este gran ritual en una boda puede marcar mucho la diferencia, sobretodo si se desea consagrar el matrimonio por la iglesia. Acompáñanos a descubrir más sobre esta humilde ceremonia.
Ceremonia del lavatorio de los pies
Muy pocos la conocen y han tenido la dicha de integrar esta gran ceremonia a sus bodas. Normalmente este tipo de ritual será incorporado por los creyentes y es la mejor prueba de entrega entre ambos esposos.
Es increíble saber que hay muchos matrimonios que se acaban porque las personas ajenas vienen creyendo, ya está todo resuelto y “mi esposo va hacerme la vida más fácil”. Pero, ¿Dios quiere esto? ¡No, al contrario!, quiere las relaciones se cuiden entre sí, se entreguen, vivan en prosperidad y respeto.
Por ello, el lavatorio se convierte en la entrada al servicio. A dar un ejemplo, vivir en armonía y ser un solo ser. Cuando el matrimonio desea integrar esto a su boda, hacen una promesa, y es ser la luz del mundo; ayuda a los más necesitados y unión familiar.
La simbología es literal
Todo se centra en la muestra de amor, el perdón, humildad y respeto para ambos. Este compromiso y pacto que se inicia, si lo vemos más de cerca, notaremos que esta ceremonia tiene un significado más profético, sobrenatural y sorprendente.
¿Como es el lavatorio de pies en una boda?
Es decisión de cada matrimonio, si desean hacerlo en la iglesia o simplemente dejarlo para la entrada de la boda. Nuestra recomendación es dejarla para la gran entrada a la recepción, pues será más cómodo y se puede tardar lo que quieran.
Necesitamos:
- Una jarra con agua bendita
- Un paño
- Un envase de boca ancha
- Un silla
- Una almohada
Se puede comenzar por el novio, el cual debe dejar sentada en la silla a la esposa, luego se arrodilla sobre la almohada de modo que no se ensucie. Coloca el envase y toma la jarra. Al mismo tiempo va lavando con el agua bendita poco a poco con amor los pies de su amada, luego los seca y puede besarlos como símbolo de entrega. Allí ambos pueden aprovechar para decir sus votos o promesas. Luego la novia hace el mismo procedimiento.
Como recuerdo
Al igual que toda la boda, este significativo momento deber ser fotografiado. Puedes hacer un pequeño albúm para dejar esas capturas tan sagradas para el matrimonio. Colócala donde desees, lo esencial es tener en cuenta el compromiso y la misión que jugaron ante Dios.
“Un lindo gesto de amor que, no se puede pasar por alto, y que es un hecho que habla por sí solo”
¡Que vivan los novios!
¡Disfruta tu boda!